SICARIO
Estrenada en el año 1994, es una producción cinematográfica dirigida por el Uruguayo José Novoa, ganadora de diferentes premios internacionales, entre los que figuran mejor película, mejor dirección, mejor actriz, mejor producción y mejor guión, obtuvo una nominación a los premios Goya de la Academia de las Artes y la Ciencia Cinematográficas de España.
Aunque esta película narra la historia de las realidades que viven algunos lugares de Colombia, los actores son en su mayoría venezolanos, entre los que se encuentran, Laureano Olivares, Gledys Ibarra, William Moreno, Alfredo Medina y Pedro Lander, ellos son los encargados de dar vida a los personajes de esta película.
La historia se desarrolla en Medellín, Colombia, en un ambiente en condiciones precarias, una barriada donde abunda la pobreza, la violencia, la droga, el alcohol, el robo y el asesinato de manera constante. Jairo es el hijo mayor de una familia, donde la madre trabaja para criar y sacar adelante a sus hijos y tiene una relación con un hombre que no goza del agrado de Jairo.
La falta de atención de la madre, la soledad en la casa y la pobreza perenne en el seno familiar, convierten a Jairo en un criminal, influenciado por los delincuentes que habitan el barrio donde vive, todas las noches en compañía de estos individuos asalta a los habitantes de la comunidad, consume drogas y así poco a poco se va convirtiendo en un sicario que asesina a sus semejantes por dinero.
Jairo en realidad no era un joven con mal corazón, él cometía los delitos por ayudar a su familia, sentía la necesidad de comprarle una casa a su mamá y colaborar con sus hermanos menores llevando dinero al hogar, así vemos claramente que, este es el principal motivo de su comportamiento.
Esta historia refleja la constante violencia que se vive en los barrios de Colombia, dicho de otra manera, muestra como los jóvenes sucumben en el sicariato por dinero, arriesgando su vida porque saben que en cualquier momento pueden morir ya que siempre se busca cobrar venganza, es indiscutible y lamentable que esta realidad sigue latente desde hace más de dos décadas aquí en nuestro país y en distintos lugares del mundo, día a día aumenta el número de fallecidos víctimas del sicariato, donde los victimarios en su mayoría son jóvenes menores de edad.

Marlui Zambrano