lunes, 8 de diciembre de 2008

ENSAYO FINAL


Delincuencia Juvenil

La delincuencia juvenil resulta ser un problema presente en nuestro país, anualmente ocurren aproximadamente 1.500 asesinatos en el país donde los autores materiales de estos crimines son jóvenes menores de edad, según cifras aportadas por el Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalisticas (CICPC), la actuación de estos victimarios pone en riesgo la seguridad pública de los ciudadanos violando el derecho a la vida de cada víctima.

Cuando un menor de edad comete un crimen, no puede ser objeto de reseña policial, así lo indicó Rafael Valderrama, jefe de investigaciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalisticas (CICPC), “una vez que cumpla la pena establecida no puede tener antecedentes penales”.

Cristo Barragán, psicólogo del Instituto del Derecho del Niño y Adolescente (IDENA), expresó que el sicariato juvenil es un comportamiento antisocial que se fundamenta en un hogar disfuncional, donde no se transmiten valores, existe la ausencia del amor maternal, maltratos y discriminaciones hacia el adolescente,

En Venezuela todo menor de edad que cometa un delito no es juzgado por el mismo proceso judicial que una persona mayor. La Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA) en su artículo 628 hace referencia a:


La privación de libertad en caso que se compruebe la participación de un menor en un hecho punible, en su parágrafo segundo establece que la privación de libertad sólo podrá ser aplicada cuando el adolescente:
a) Cometiere alguno de los siguientes delitos: homicidio, salvo el culposo; lesiones gravísimas, salvo las culposas; violación; robo agravado; secuestro; tráfico de drogas, en cualesquiera de sus modalidades; robo o hurto sobre vehículos automotores.
b) Fuere reincidente y el hecho punible objeto de la nueva sanción prevea pena privativa de Libertad que, en su límite máximo, sea igual o mayor a cinco años.
c) Incumpliere, injustificadamente, otras sanciones que le hayan sido impuestas. En este caso, la privación de libertad tendrá una duración máxima de seis meses.

Según Cristo Barragán, en la LOPNA se establecen estos parámetros tomando en cuenta la inmadurez y el desarrollo psicosocial del individuo, ya que se cree que el comportamiento negativo de un adolescente sea producto de problemas psicológicos, intrafamiliares y la persuasión de individuos mayores de edad quienes los apoyan e inducen a cometer estos delitos.

Al contrario de lo establecido en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA), para Javier Moncada Supervisor del Instituto Nacional del menor (INAM) de San Cristóbal, el menor de edad, que cometa un asesinato debe ser juzgado bajo el mismo procedimiento judicial que un mayor de edad porque un adolescente que sea autor de esta clase de crímenes ya tiene conciencia, “conoce lo que es perjudicial para él y la sociedad. La protección que se les da a estos menores los incentiva más a cometer estos actos, por sentirse protegidos y resguardados por la ley”.


Cabe oponer a esto que Cristo Barragán, psicólogo del Instituto del Derecho del Niño y Adolescente (IDENA), afirmó que un adolescente cuando comete un delito como el sicariato debe asumir su responsabilidad cumpliendo el castigo impuesto por la Ley Orgánica Para la Protección al Niño Niña y adolescente, (LOPNA) ya que no se conoce cuales fueron las causas que llevaron a este menor a cometer el asesinato, “por lo general son psicopatías las que llevan al adolescente a realizar el sicariato por lo tanto no debe cumplir con el mismo proceso judicial de un adulto”.

Muy por el contrario a la opinión anterior, Rafael Valderrama, jefe de investigaciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalisticas (CICPC), expresó que un menor de edad luego de cumplir 15 años debe pagar la misma condena que un adulto, ya que considera que en esa edad el adolescente ya es consciente de los actos que comete “la protección que recibe el menor da pie para que ellos actúen con más libertad porque saben que ley los protege y sienten más tranquilidad a la hora de cometer el delito”.


Por otro lado Verónica Hernández, psicóloga del Instituto de Prevención del delito dijo que un menor de edad no debe ser objeto del mismo castigo que se le impone a un ciudadano mayor “las conductas de estos jóvenes son consecuencia de la formación en un hogar carente de valores ,amor intrafamiliar y descuido por parte de los padres en la educación desde que son unos niños, por lo tanto no deben ser castigados de la misma forma y durante la retención de un menor deberá ser educado y reformado para que no cometa más este tipo de comportamiento”.

Desde otro punto de vista, un menor de edad, quien no quiso dar a conocer su nombre, recluido en el Instituto del Derecho del Niño y Adolescente (IDENA) de la ciudad de Mérida por cometer un asesinato, manifestó que no esta de acuerdo con que un menor de edad tiene que asumir la misma responsabilidad que un mayor, “cuando nosotros nos convertimos en sicario es porque tenemos problemas con nuestra familia y buscamos refugio en la calle y allí no se encuentra nada bueno sólo malos vicios”.

Para concluir, es preciso decir que de acuerdo con la opinión de los expertos las principales causas por la que un menor de edad se convierte en sicario son los problemas intrafamiliares, adicional a ello las conductas que van adquiriendo fuera del hogar y la influencia por parte de mayores de edad para que asuman comportamientos inapropiados.

De esta manera el menor de edad debe ser castigado de acuerdo a los parámetros establecidos en la Ley Orgánica Para la Protección al Niño Niña y adolescente, (LOPNA) ya que en la mayoría de los casos el adolescente asume esta conducta porque ha tenido problemas psicológicos en su formación, que lo llevan a cometer este tipo de crímenes.

Sin embargo, como ciudadana pienso que un adolescente mayor de 15 años debe asumir la misma responsabilidad que un mayor de edad, porque considero que a ésta edad ya tiene conciencia, conoce sobre lo bueno y lo malo y sobre todo está al tanto de las consecuencias que le puede traer cometer un hecho punible.


Con la protección que recibe por parte de la LOPNA el adolescente siente más facilidad a la hora de convertirse en sicario, porque sabe que el castigo que recibirá no será mayor y por esta razón nunca cesaran los asesinatos donde el victimario es un joven menor de edad.



Marlui Zambrano